miércoles, 26 de marzo de 2008
EL REGRESO
Por blancas nubes llevada
te alejaste
y mi voz con tu nombre
irse también vi.
En la nada luego,
el vacío brillante
donde creciste ideal
e intocable hasta perderte.
Nadie te ha buscado en las estrellas más que yo,
ni tanto hurgado los cielos... tristes cielos, negros.
Pero hoy siento distinta la luz
y después de pasarme años
vaciando lagos, buscando tu reflejo,
frente a mi te veo más hermosa que nunca,
mirándome como si no fuera yo
el fantasma que hasta ayer fui.
Y a pesar que en secreto vacilan mis manos,
del día que pobre florece, su única esperanza en flor
tomo.
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