Aun no existe
ave que tan alto pueda volar
y testigo ser, que por ahí pasa mi amor.
Aun no existe mar
que en subida más arena atrape
que sueños mi corazón cuando te ve.
Y no existe más aire en el mundo
que respirar pueda
cuando llegas descalza, desnuda...
sola con tu perfume.
Las estrellas, el sol, el día
al pie de lo que siento,
no son más que sombras,
cuando escucho tu nombre pronunciar.
Y si tuya una lágrima se derrama,
con ella caigo...
muero.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario